lunes, 29 de diciembre de 2008

Robótica, ¿una ayuda para el ser humano?

Desde hace mucho, las películas de Ciencia Ficción, nos han venido sorprendiendo, pero de un tiempo a esta parte, lo que alguna vez nos pareció algo inalcanzable, hoy con la tecnología que avanza día a día, se están volviendo realidad.
Echemos una ojeada a esto:

Insecto:



Exoskeleto:



Lan Walker:



Robot Fish:




Akiba Robot (La más lograda):



Drogas y Extraterrestres juntos????

Paseando por este mundo de internet, me encontré con un vídeo que demuestra que para los narcotraficantes no existe barrera que les impida comercializar su mercancía.
Observen y escuchen a modo de "Corrido Mexicano":

Un lugar llamado Oreja de Perro


En un lugar llamado Oreja de Perro, un hombre intenta escribir una carta. Atrás queda su dolorosa historia familiar. Por delante, su trabajo como cronista en la remota población andina, asolada en la década de 1980, los años de plomo del Perú, y que ahora el gobierno quiere utilizar como símbolo de la pacificación del país mediante el lanzamiento con bombos y platillos de un programa de asistencia social. Pero es muy difícil la reconciliación sin la recuperación de la verdad, de la verdadera memoria de los hechos. Y durante su estadía en Oreja de Perro, el narrador y protagonista se encontrará con una serie de personajes espectrales, que salen del pasado y lo juzgan. E incapaz de escribir aquella carta o de tomar cualquier decisión, el protagonista deambula por un mundo del que se siente cada vez más distanciado, con la sensación de que debe resolver un enigma y sin saber por dónde comenzar. «Iván Thays es uno de los más interesantes escritores que han aparecido en América Latina en años recientes. Es cuentista, novelista, profesor universitario y conductor de un programa de televisión sobre libros; ha dedicado su vida a la literatura, una vocación que en su caso es una pasión y una misión» (Mario Vargas Llosa).

domingo, 28 de diciembre de 2008

La vida de un zapato


El hecho fortuito de ser un zapato, me ha llevado a un sin fin de lugares uno más hermoso que otro. Sentir un suelo cálido en verano, pasar por uno lleno de pólenes secos en primavera, seguir por uno lleno de hojas secas en otoño y sentir un frío acojonante en invierno. Ése es mi fin, llevar a mi paseante a todos sitios y en cualquier circunstancia. Pues, mi dueño, un bandido, ladrón de bancos, traficante de drogas, perturbador de paz y machista confeso, me lleva y me pasea por todas partes, esa ha sido mi suerte y lo tendré hasta cuando él se vaya lejos, allá, donde ya no me utilice.
Cuando salimos, oigo conversaciones de los dueños de mis amigos, ellos hablan de otros países, de irse como gente rica. Mi amo les escucha y sólo piensa en Ella y en su hijo. Ella, enferma la pobre... Entonces hablan de otro golpe y pienso en correr de nuevo, en la tierra, el polvo, el agua que tengo que sortear. Así es mi vida, esto es lo que me ha tocado.
Ayer, por ejemplo, fuimos tranquilos y casi temerosos a buscar a un paquete que traía el tren del mediodía.
Hace una semana, corrí tanto por unas calles que nunca estuve, me metí por una lavandería, aparecí por un cine, me escabullí por un mercadillo y al fin cuando ya no pude más, llegué hasta una escuelita pequeña llena de niños. Entonces caminé tranquilo. Por la noche, salí de nuevo a verme con otros conocidos, ellos me miraban y me saludaban, "hola viejo" me decían casi todos.
Hoy no he salido, creo que mi vida se ha acabado, seguramente me cambiarán la cara y seré otro, quizá el estar tanto tiempo juntos me haya vuelto viejo, pero eso no me importa, mañana seré otro.

sábado, 13 de diciembre de 2008

De cuando alguien se te va...


Hola: Nadie sabe a ciencia cierta por qué hay un principio y un final. Por qué hay un buenos días y un buenas noches. Por qué un te quiero y un te odio... Pero nadie se ha puesto a pensar cómo reaccionaría uno cuando nos llega cualquiera de las dos cosas. "Un hola o un adiós". Pues yo no supe qué hacer. No sabía en realidad cómo tomarme la partida de alguien, de un hermano, un amigo o un amante, por ejemplo. Qué harías tú. Cómo decirle adiós a alguien con quien has compartido muchas cosas. Por ejemplo, tus secretos o tus miedos. Qué harías tú, si tu hermano te dice adiós con una mano y tú no te sientes capaz de decirle que le quieres, que se cuide simplemente, que pensarás en él. En mi mundo de partidas yo lo he vivido en carne propia. Echarles la mano al viento desde lo alto de un autobús a toda mi gente, sabiendo hondamente que desearían decirme tantas cosas que no se atreven. Y les entiendes. Cuántas veces me ha pasado lo mismo.
Hace poco me volvió a pasar lo mismo y me sentí avergonzado. No tuve el valor suficiente de decirle seriamente Adiós (aunque volverás porque te he soñado) y "tú" sabes que es así.
No pude llorar aunque lo necesitaba, y no pude porque me creía tontamente el más fuerte de todos. Y yo no soy ni más ni menos fuerte que nadie. Los hombres no lo somos. eso lo sé. Qué hacer. Por lo pronto, voy a evitar seriamente "los encuentros y las despedidas"

Adiós.