sábado, 19 de julio de 2008

Lelis, de dónde vienes


¿Lelis, de dónde vienes? Eso es lo primero que le pregunté, al verla con la cara roja de calor y abanicándose por debajo del pelo, allí, en la nuca. "Pues vengo de llamar por teléfono a Madrid". ¿Y a quién has llamado, mi querida Lelis?, le pregunté mientras le invitaba a pasar a mi casa, convidarle un poco de Pepsi bien fría, señalarle un sitio como mi sofá recién comprado de Ikea para sentarse, y muy tristemente, decirme, mirándome a los ojos que había hablado CONMIGO.
¿Y qué te he dicho?, le pregunto, no lo recuerdo. ¿Qué te quiero? Imposible, no te quiero. Ahora no. Quizá mañana. Si yo quiero a otra, pero no recuerdo cómo se llama. "Él siempre me dice que me quiere", comenta mientras deja a un lado el abanico rojo, saca una carta de su bolso escrita a mano sobre un papel color viejo, lo extiende sobre la mesilla de centro, me mira y me dice casi triste, "Dice que me quiere y que volverá conmigo".
Cómo será vivir en Madrid, me pregunto, cómo será vivir lejos de ella. ¿Pero, quién es ella? "Ella soy yo, la que ha venido a verte" me dice tomándome de la mano, "tu Lelis".

Por Julio Lucio Rodríguez.


3 comentarios:

Red devil dijo...

Gran historia me gusto mucho leerla.
que gran oportunidad para ser feliz espero y todo salga bien.
Saludos desde Mexico.
Como siempre digo si quiero checa mi blog.

Anónimo dijo...

Cojonudo, Julio. Qué bueno el texto! Supongo que dirás que no estás seguro si lo escribiste tú, que quizás lo escribiste mañana, que ni siquiera lo pensabas, que no iba en serio, que era un juego, que Lelis no existe, que no existe ninguna Lelis, que ni siquiera existes tú, ni nadie sobre toda la faz de la tierra. Yo mismo no sé quién está escribiendo esto.

Un abrazo,
Ricardo

Julio L. Rodríguez dijo...

Ricardo, acabo de leer Lelis, tienes razón. Casi no me acordaba de éste texto, quizá como dices, no lo escribí. Quizá lo escribió mi otro yo.