martes, 1 de julio de 2008

Inmigración, ¿problema o solución?


¿PLAGA?


Mi diseño original fue construido a base de sacrificios y mucha suerte. Pero más sacrificios provoqué cuando ya estuve terminado y anduve suelto de huesos por la intemperie de la vida. Pues vine acompañado de dos más. Dos más a los que llamé alguna vez y de eso ya no me acuerdo, hermanos. Ellos fueron vistos siempre juntos, en el mismo lugar, en el mismo sitio. Yo en cambio, fui trasladado a otro confín. Lejos de ellos. Separado. Allá dicen que andan felices, libres de toda represión. Aquí, de lo único que se puede sentir libre es de respirar. Allá, dicen que se come bien, mucha fruta, muchos huesos de gallinas muy gordas, mucha verdura. Aquí, la única carne que tiene uno en la boca es tu propia lengua y nada más. Me alimento, pero no es lo mismo. Allá, dicen que uno puede jugar, divertirse con un balón o un carrito de plástico, haciendo carreteras imaginables, curvas por aquí, curvas por allá. Lejos, muy lejos. Aquí, el único juego que tienes es a esconderte del resto para que no te peguen, te griten o maltraten a puntapiés o jalones de orejas. A veces te ríes cuando los esquivas o los pierdes, pero otras, cuando te cogen quieres reírte pero ya no puedes. Allá tienen a muchas personas que les cuidan, les quieren, les protegen. Aquí, en cambio, tu única protección es esa colcha raída que te cubre en las noches de frío de ese frío que por más que lo busco, mi memoria no encuentra haberlo sentido. Allá uno aunque sea se cambia de ropa, limpia, quizá planchada, pero ropa. Pero aquí, el único vestido que tiene uno lo lleva y llevará casi para todo su vida. No más.

Allá le llaman a uno hombre, hermano, gente, persona, hijo, familia. Aquí en cambio, nos llaman manada, plaga, inmigrantes. Punto.



(Escena relatada por un inmigrante durante un partido de fútbol en un bar año2003)

3 comentarios:

Red devil dijo...

Muy cruda y tristemente real la historia.Lo peor es que en verdad sucede, no se que es lo que obliga a las sociedades autoctonas en muchos casos a repudiar a los imigrantes que llegan con el sueño de crecer en todos los aspectos no con el fin de perjudicar a la tierra que ellos tanto aprecian. Una gran falta de tolerancia es la que hace falta para acabar y sobrellevar esta situacion.
Hay una frase que se deberia entender y analizar: "NO HE NACIDO PARA UN SOLO RINCON MI PATRIA ES TODO EL MUNDO".
Saludos y proximamente publicare nueva entrada.

Julio L. Rodríguez dijo...

Tienes razón, lo que has leído, me pasó a mí, literalmente no todo es cierto, pero lo último sí. Todo fue resultado de un momento de coraje, nada más, lo que quizá a uno se le pase por la cabeza. Un saludo y gracias.

Ricardo Guadalupe dijo...

Hay gente con estrechez de miras, no se dan cuenta que estamos todos en el mismo saco. "Ciudadano del mundo" respondo yo cuando me preguntan de dónde soy. Eso no quita que me identifique plénamente con Madrid, y que sepa que esta es mi ciudad, es parte de mí, por encima de cualquier otro lugar del mundo, pero una cosa es que necesitemos ser de un sitio, y tener nuestro propio sitio, y otra muy diferente ser racista, xenófobo o simplemente gilipollas.

Un abrazo,
Ricardo